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¿Inflación? echemos la vista atrás

Pese a que es ya evidente que la situación económica actual no es positiva, me considero una persona optimista. Los expertos suelen decir que -aparte de la lógica influencia de los mecanismos macroeconómicos- las crisis tienen mucho que ver con nuestro planteamiento psicológico ante las situaciones de adversidad. Las crisis parecen tener, por otra parte, carácter "epidémico": es muy fácil transmitir el desaliento y díficil generar expectativas (fundadas) que son las que -casi con tanta fuerza como los hechos- empujan el desarrollo económico.


Estamos atravesando unos meses en los que nos sobran razones para ver el futuro un tanto nublado:
  • La subida del Euribor -que hoy ha cerrado en el 5,107%
  • El nivel de inflación interanual en nuestro país (último dato de IPC = 4,2%, habiéndo subido los precios en todos los grupos excepto Vestido y Cultura)
  • El descenso de actividad en sectores importantes: inmobiliario y construcción, p.e.

Ante esto, aparte de la nada recomendable opción de "dejar de respirar", caben varios planteamientos: sacar pecho y plantar cara a la adversidad -opción "quién-dijo-miedo"-, dejarse llevar y esperar que la tormenta amaine -opción "comfort" o ir sorteando los obstaculos en plan junco y, a la par, sembrar para el futuro próximo -opción que me permito recomendar.

Sólo con la intención de subir un poco la moral, cito aquí un fragmento de "El Dinero" de J.K. Galbraith, que hace alusión a la famosa devaluación del marco alemán después de la 1ª Guerra Mundial, cuando la inflación interanual (nov 1923) llegó al 1.000.000.000 % (sólo como aclaración: la cifra es correcta; no es que se me haya quedado pegada la mano a la tecla del cero)

"Los hombres y las mujeres se apresuraban a gastar sus sueldos, a ser posible, a los pocos minutos de cobrarlos. Los billetes eran llevados a las tiendas en carretilla o en cochecitos de niño. [...] Aquel otoño, en Alemania, se utilizaron virtualmente todas las prensas capaces de imprimir dinero. En realidad los billetes manaban a raudales. Y a veces el comercio se interrumpía al retrasarse las prensas en producir nuevos billetes de cifras lo bastante altas para que fuese transportable la cantidad de papel necesaria para la compra del día"

La foto (de un billete de 100 mill. de marcos) nos ayuda a ver el momento actual con otros ojos...

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